El juego de la vida

Se ganan algunas partidas,

y en otras, quedás perdida,

o simplemente a la deriva.

Hay quienes dicen que a veces se pierde,

pero en realidad nada se disuelve.

Se cambian jugadores, fichas o espectadores,

y todo sigue con otros colores.

Confundimos cambio con retraso,

cuando en realidad es otro paso.

Al final, es un juego que todos podemos ganar.

No hay competencia, estrategias o trucos,

sino fluir y avanzar cada quien disfrutando su lujo.

Y cuanto más juguemos en comunidad,

más triunfaremos en verdad,

venciendo miedos

y simplemente siendo.

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