La incomodidad
Hablemos de la incomodidad.
Hablemos de la incomodidad de extrañar,
de querer abrazar, decir, compartir, de añorar.
Hablemos de la incomodidad de amar
y de todo lo que eso implica dar.
Hablemos de la incomodidad de ceder
y abrirse a otro entender.
Hablemos de la incomodidad de dialogar
y de aprender a escuchar.
Hablemos de la incomodidad del pertenecer
y darse cuenta de que eso no es ser.
Hablemos de la incomodidad de deconstruirse,
de desarticular esquemas, crecer y nutrirse.
Hablemos de la incomodidad de soñar
y querer probar, experimentar, volar, animarse a.
Hablemos de la incomodidad de observar
sin siquiera intentar juzgar u opinar.
Hablemos de la incomodidad de aceptar,
de recibir sin cuestionar.
Hablemos de la incomodidad de regalar
sin nada a cambio esperar.
Hablemos de la incomodidad de querer ir por más
sin caer en la ambición por falta de amor.
Hablemos de la incomodidad de soltar,
de despegarse, relajarse y confiar en el andar.
Hablemos de la incomodidad de saltar,
de animarse a más, de buscar el bienestar.
Hablemos de la incomodidad de conectar,
de ir adentro nuestro y toda emoción respirar.
Hablemos de la incomodidad del dolor,
de la angustia y hasta el rencor.
Hablemos de la incomodidad de no saber manejar la felicidad,
de dejar el control, de abrazar el caos y aguardar la paz.
Hablemos de la incomodidad de reír
ante patrones que ya no elegimos seguir.
Hablemos de la incomodidad de la responsabilidad,
de nuestro sentir, decir, pensar y actuar.
Hablemos de la incomodidad de descarrilar,
y nuestro eje volver a retomar.
Hablemos de la incomodidad de dejar de coincidir,
de abrir nuevos caminos y otras posibilidades elegir.
Hablemos de la incomodidad de agradecer
incluso cuando solo nos queremos estremecer.
Hablemos de la incomodidad de intentar,
de lanzarse, ilusionarse y saltar.
Hablemos de la incomodidad de aprender,
dejar viejas costumbres y nuevas formas conocer,
Hablemos de la incomodidad de estar en la comodidad, y de salir de tal.
Hablemos de las incomodidades molestas, tristes, tensas.
Y de las que son más agradables, gustosas y amables.
Hablemos de las incomodidades que nos queremos arrancar.
Y de tantas otras que deseamos abrazar.
Hablemos de las incomodidades y sus aprendizajes
de los ‘para qué’ y los regalos que nos traen.
Hablemos, pongámoslo sobre la mesa y soltemos.
Eso nos invita a conocernos.
Y desde otro lugar,
decidir actuar o evitar.
Y vos, ¿de qué lado estás?
¿Elegís obviar o transitar?
¿Desechar o integrar?
Caminemos y volemos con más liviandad, dejando la incomodidad atrás.